El orden de lo abstracto
El orden de lo abstracto
Matemáticas y arte nos suena a opuestos. Pero la verdad es que, al menos en este caso, los opuestos se atraen. Ya sea para lograr mayor realismo en una imagen o para deconstruirla en pura abstracción; la geometría es clave y se subyuga a la corriente artística que manda. Pensemos en la simetría del arte medieval. O en la metodología científica de los renacentistas. Da Vinci, matemático notable por cierto, evidentemente echó mano a los números para plasmar las proporciones del cuerpo humano.
El coqueteo entre matemáticas y arte continúa a lo largo de los siglos, y cobra particular interés en nuestro tiempo. Esto, dado la frecuencia con que el arte abstracto usa figuras geométricas, a veces explotando el recurso de la repetición, otras veces buscando la simetría.
Buen ejemplo de ello es Amalia Valdés, quien aprovecha ambos recursos, creando composiciones perfectamente calculadas. Esta artista chilena se une a Collectio con su serie de obras sobre corcho, una mirada bidimensional de la obra que la caracteriza.
Mono Lira, quien también se vale de conjuntos de figuras y de colores en bloque, logra abstraer paisajes y formas cotidianas, simplificándolas hasta su forma primitiva. Habiendo experimentado esta técnica sobre múltiples soportes, participa en Collectio con pinturas de acrílico sobre tela.
Por su parte, Javier Toro Blum y Benjamín Ossa –ambos tendientes a la abstracción en volumen- unen fuerzas y crean Correspondencias II, obra conjunta que refleja la trayectoria de ambos artistas. El resultado es único y se puede encontrar en Collectio.
Ver Colección Geometría en el arte
Texto por Ana Yarur