Magdalena Prado
Magdalena se cuestiona sobre aquello que permanece oculto, el soporte, dando inicio a el trabajo que la identifica: la investigación sobre el papel y las grandes instalaciones. Este material se convierte en la obra a través de gestos como el “papel removido" en el que la artista remueve su superficie. Ese acto de sacar la materialidad hacia afuera, es también evidencia de un trabajo preciso y minucioso, el que transporta a una especie de meditación, propia y referida al trabajo repetitivo de debastar.
La artista ha experimentado con sobreponer dos papeles opuestos entre sí (blanco y negro) jugando con la relación de estos y degradando el material de tal manera de ir dejando ver al otro. Finalmente ha trabajado con papel maché, sumándole a esta técnica una nueva dimensión.